sábado, 19 de noviembre de 2011

Los Reyes Magos, ritos de iniciación a la adultez

La verdad no me había parado a leer la publicación sobre el rito de los reyes magos por falta de tiempo, pero tras la clase con Luís Alfredo y los ritos, me pico el gusanillo. Lo primero que pasó por mi cabeza es analizar como la monotonía y el rito están relacionados, incluso yo lo llamaría costumbre. Semana Santa, la seña de identidad típica de las fiestas de los pueblos, las propias fiestas, ceremonias de cualquier ámbito, la propia graduación de alumnos, incluso ponerse el zapato derecho antes del izquierdo cunado vas a jugar un partido (caso de un buen y gran compañero y amigo de equipo). Todo ellos son ritos, desde el primero al último, y todo porque le otorgamos un significado especial, atribuimos unos sentimientos.


Y sino que es lo que ocurre con los Reyes Magos. Yo recuerdo, si era más bien con el llamado "Papá Noel", que siempre me nos poníamos a cortar turrón en la cocina, todos y no se como se las ingeniaba mi padre y mi hermano, para poner los regalos abrir la ventana del salón y engañarme. O más bien, ilusionarme. Ese carácter mágico de las dos celebraciones, la ilusión, emoción y muchos otros sentimientos que despierta, sobretodo en los más pequeños. Y no olvido una navidad tras otra mirando por la ventana "a ver si veía algo". Yo me mosqueaba cada año más y no recuerdo cuando "descubrí el tinglado", pero no era muy crecidito. Y nunca tuve esa sensación de desilusión. Ahora, con mi sobrina que ne Marzo hacer 7 añitos, disfruto como un auténtico enano, porque soy yo quien la lleva a cortar turrón,  quien va con mi hermano a poner los regalos, quien abre la ventana, y quien disfruta con su cara de asombro. Y este ritual lo seguimos haciendo, porque nos satisface y nos porporciona sentimientos positivos. Pero para terminar, analicemos otro tipo de ritual, quizás más desagradable. Un entierro.

Es un ritual, con velatorio, entierro en sí. Y ¿por qué lo realizamos, si realmente no es agradable?. Principalmente creo que por lo mismo. Satisfacer nuestros sentimientos, honrando al difunto, mostrando nuestro cariño hacia el, y despidiéndonos. No se, y lo digo sinceramente, que procesos seguimos o influyen, puedo intuirlos, pero no me atrevo a decirlos, pero creo que además de para satisfacernos, los ritos representan las distintas etapas de la vida de una persona, de una sociedad, de un grupo y de los pueblos, recordando de dónde venimos y como marcador de etapas. 

Me llamo la atención el caso que Alejandro cuneta en su blog del rito de "desencanto de los Indios Hopi y la similitud que guarda con los  Reyes Magos. En ambos casos, la creencia mágica es tumbada para descubrir que detrás de las máscaras y regalos se encuentran nuestro propios familiares.  Y en ambos es un marcador de una nueva etapa, pasando de la infancia a la preadolescencia. Alejandro se pregunta si nosotros somos capaces de mantener la misma conexión espiritual con los el rito de los Reyes Magos, al igual que los hopi. 

Yo diría que si. Al igual que él, también me "entere" a través de los amigos, a pesar de las sospechas. La ilusión era menor, pero seguía existiendo. Hay una etapa de desencanto, pero de nuevo volvemos a ilusionarnos, y según pasan los años, esa "espiritualidad" o afecto por el ritual aumenta, al ver como nuestro padre se alegra por un regalo nuestro, nuestros primos, tíos, nosotros mismos. Pero si en algo me reafirmo, y gracias a esta reflexión me he dado cuenta, cuando más queremos a esta celebración es cunado lo preparamos para un nuevo pequeñajo. Y sí, yo he sido mucho tiempo el más pequeño de la casa.

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